JOSSELIN

¡¡Buenas tardes mis queridos trotamundos!!

Aún me estoy recuperando de la maravillosa isla paradisíaca de la semana pasada... Esta semana he decidido dar un giro de 180 grados e irnos en avión, pero esta vez a la otra punta, a Francia. Pero en vez de relajarnos, ahora va a tocar andar y visitar, pero os aseguro que va a merecer la pena, ¡Comencemos!

Josselin, es una comuna francesa de Bretaña. No te puedo decir exactamente donde se localiza ya que no es muy grande y hay varias comunas francesas en esta zona de Bretaña, en el distrito de Pontivy. 

Os recomiendo que leáis Josselin, con acento francés, ya que si lo leéis con acento español que es como lo he leído yo la primera vez, no queda nada atractivo, y hasta hace un poco de gracia.

Sigamos con lo que estábamos diciendo... Pero primero debéis cerrar los ojos e imaginaros por un momento un cuento de princesas. 

                       

¿Es esto en lo qué estáis pensando? Es normal, porque esta pintura parece sacada de algún cuento de princesas y príncipes.  Pero no, es un retrato de esta ciudad y es que si os habéis confundido creyendo que esto era una fotografía, es lo más normal, ya que no se diferencia para nada de la realidad, o si no, compruébalo tú mismo:

¿Qué me decís? ¿Es impresionante o no es impresionante? Lo es, por lo menos para mi. En esta pequeña ciudad puedes encontrarte muchas cosas que te evadan por momentos de la realidad y que te transporten a la fantasía en un abrir y cerrar de ojos. 

Vamos a inspeccionar cada rincón mágico, como es el canal de Nantes y el río Outs, en el que se puede ver los reflejos de los edificios, casas e incluso castillos  a los largo de su longitud. 

Y los puentes decorados con flores que pasan de un lado a otro del canal comunicando las dos orillas. Si me fijo bien, creo que en cualquier momento va a pasar por uno de esos puentes un apuesto caballero que va en dirección al castillo, con el propósito de robarle el corazón a su amada princesa, la cuál está esperando su llegada mirando por una de las ventanas de la enorme fortaleza, el castillo de Josselin que como he dicho antes se refleja íntegro en el río Outs, lo que forma unas vistas realmente buenas. El castillo de Josselin pertenece todavía a la familia o duques de Rohan, que como no podía ser de otra manera es una de las familias mas poderosas y antiguas de la pequeña Bretaña. Este castillo lleva en pie desde el año 1008, mandado construir por uno de los primeros miembros de la familia Rohan el cual fue el que le puso el nombre de Josselin a la ciudad, en honor a su hijo.

Aunque he dicho que el castillo se mandó construir en el año 1008, y que ese castillo es el emblema de la ciudad, esa villa ya era conocida muchos siglos atrás, y la responsable de ello es la Basílica de Notre-Dame du Roncier, que se sostienen las primeras piedras desde el siglo XI y que agrupa muchos estilos arquitectónicos ya que pasó mucho tiempo desde que se empezó a construir hasta que se terminó por completo. Si vas a Josselin no puedes dejar de visitar la Basílica por dentro ni tampoco puedes irte sin subir a la torre del campanario para desde allí admirar las vista de toda la ciudadela reunida que debe de ser fascinante.

Un dato muy curioso de la ciudad es que se dice que allí se obró un milagro. Cuenta la leyenda que un campesino se encontró en el bosque la estatua de una virgen, y que esta le devolvió la vista a su hija, la cuál era ciega. Por esta razón, la basílica es tan visitada, entre otras cosas porque hace mucho hincapié en este misterioso pero a la vez fantástico suceso. En sus orígenes la Virgen en cuestión presidía el altar mayor de la basílica, pero fue destruida durante la revolución por lo que se sustituyó por otra más moderna. Este cambio no afectó en lo que la basílica en sí representa, que es el culto y la oración. Y todavía hoy van millones de personas a visitar esta basílica a pedir por la cura de enfermedades.

                                                                   

Ni que decir tiene, que las calles, plazas, e incluso bares están hecho a la medida de los sueños. Con piedra, madera y flores, muchas flores. Lo mejor es que aunque tenga muy pocos habitantes, no lo parece ya que se duplica siempre la población debido al turismo la mayor parte del año. Bueno os dejo tomándoos algo al más estilo Francés, donde no puede faltar el delicioso café francés y el crêpe obligación.

Antes de irme unas fotos y un consejo: aprovechad y viajad en barca por el río de la ciudadela que es la mejor manera de verla y es además un punto de vista diferente que elevará lo cotidiano a lo extraordinario. Deléitese  y no se pierda nada de esta ciudadela si tiene oportunidad de ir, porque como le digo una vez más, es impresionante. 

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.